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Una Carta a los Colados

Bodas

El blog:

Cuando una familia se compromete a planear una boda, el proceso involucra a muchas personas: madres, padres, novias y novios, hasta incluso personas cuyo tiempo es remunerado–una organizadora, una planner, un florista o decorador. Todos ellos llevan meses planeando para que los invitados estén cómodos, que disfruten de la fiesta, que sea una noche especial. Nadie ha planeado que vengan invitados colados. Sigue leyendo…

Ha llegado el sábado tan esperado. Después de meses de preparaciones arduas, después de incontables reuniones con proveedores, después de agonizar por la lista de invitados, los novios están listos. El sol se comienza a esconder, las mujeres comienzan a secarse el pelo, a maquillarse, a escoger los aritos perfectos…estamos en vísperas de la boda del año.
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A vos no te invitaron. Pero igual, decidís ir, simple y sencillamente porque sí. Además, la novia es amiga de la amiga de la amiga de la amiga de la tía de tu tía por lado de tu prima en segunda.  En tu cabeza pensas, ¿qué es lo peor que puede pasar? Todo tu grupo va a estar allí. La vas a pasar tan bien. Nadie se va a dar cuenta que no estabas invitado.
Pero de una cosa estamos claros, verdad: no estas invitado.
Antes, se calculaban un 20% de invitados que no vendrían (por una u otra razón). Ahora, debemos calcular que un porcentaje extra viene a la boda­–le podemos llamar colados, le podemos llamar wedding crashers, le podemos llamar “plus ones”, le podemos llamar el no le quise decir a mi wedding planner cuantas personas iban a venir en verdad, le podemos llamar el que llamó a la mamá de la novia y le dijo, ¿puedo por favor por favor decirle a mi hija que lleve a una amiga?
Aquí les comparto seis razones por las cuales estoy en contra de los colados.

  1. Cortesía con la familia.

Una boda es cara. Tu presupuesto define el número de invitados que podes tener. Aunque tengas todo el presupuesto del mundo, tal vez queres una boda pequeña e íntima. El proceso de finalizar la lista de invitados es tedioso, difícil. A la mamá de la novia le cuesta quitar compromisos, al papá también, a la novia le cuesta escoger entre sus personas más queridas.
Si olvidas la cortesía, nada de eso importa. Pensas, yo quiero llegar porque quiero llegar y me merezco llegar. No sabes todo lo que la familia–quien está de anfitrión esa noche–ha sacrificado para que el evento se lleve a cabo.

  1. Afecta la comida.

Yo imagino que la mayoría de los colados no están casados, porque aún no invierten en el gran banquete de una boda. Después de darse cuenta del gasto que incursionan las parejas por casarse, a nadie se le ocurriría atender un evento en el que no se le hizo clara la invitación. Es con mucho cariño que la familia invita a sus amigos y familiares a disfrutar de una gran cena, pero si llegan personas que no se consideraron, eso literalmente le quita el bocado de la boca a otro invitado que si querían allí. Hay que ser realistas: comida para cien no ajusta para doscientas.

  1. La bebida

Si se acaba el alcohol, se acaba la fiesta. Regla obligatoria de cualquier parrandón. Por suerte, ahora las botellas se pueden adquirir en consignación, entonces tal vez, si ordenas demasiado más de la cuenta, no se te acabe. Pero igual, tendrás que pedir demasiado más de la cuenta y pagar demasiado más de la cuenta para que no se te acabe.

  1. Afecta el servicio.

Las personas que te ayudan en el servicio de todo el evento son parte de esto también. Normalmente calculas un número de personas por mesero. Si hay muchas personas, todo se tarda más. Es decir que los colados no solo no reciben su traguito, pero tampoco el tío favorito del novio.

  1. Cambian los espacios.

Llevamos meses soñando y diseñando un espacio divino, con ambientes acogedores, suficiente espacio para que las personas se puedan mover sin estorbar. No es un concierto de rock de los 70s. No es un mosh pit de personas en vestidos largos. No se diseñó para cincuenta personas que no deberían estar allí.

  1. Aumenta el estrés.

Si consideras que fuiste a la boda para celebrar a la pareja, la verdad es que lo único que lograste hacer es causarle estrés en su día más especial. A ella, a su madre, a su padre, a la planner. Todos ellos se han esmerado para que hoy salga perfecto, y todo ese trabajo queda estropeado porque decidiste llevar un “plus one.” Porque un plus one plus one plus one plus one hacen cincuenta. Una vez que se convierte en costumbre–en algo aceptado–empieza el estrés.
Mis sobrinos y ahijados no van a estar contentos con el post de hoy. Ellos piensan que está bien porque todos lo hacen. Pero me gustaría crear conciencia de por que no está bien.
Si la novia tiene un presupuesto enorme, y ella mismo ha profesado que no le importa quien llegue a su boda, está bien. Ella se organizará con su wedding planner, ella aclarará la situación.

  1. Sofi Batres says:

    Bravo!! Que “todo el mundo” lo haga no lo hace correcto.

  2. Nicolle says:

    Nada que agrergar. De acuerdo al 100%.

  3. Paula Callejas-Lynn says:

    Me parece muy bien lo que escribiste. Es un abuso, falta de respeto y hasta de honestidad ir a una boda sin haber sido invitado. Para mi colado es sinonimo de sinverguenza.

  4. […] puedo enumerarles 100 colados (que me conmovieron a escribir una carta), 1 hora decorando una iglesia, completamente, 1 novia que se quedó sin carro (¡pero resolvimos, […]

  5. […] un día normal de trabajo, tengo que lidiar con doscientos colados, ¡y lo tengo que hacer con paz y […]

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