Hoy les estoy compartiendo la receta de mis galletas de nuez pecana, una de las favoritas en mi casa. Aunque a veces me cuesta mucho compartir recetas, esta la doy en espíritu navideño y con todo el amor que se merecen. Sigue leyendo para conocer los detalles…

(No quiero conocer los detalles; quiero ver la receta.)

Navidad: tiempo de disfrutar en familia, de comer tres veces en una noche, de escuchar las mismas canciones de siempre, chocolate caliente, Santa, tardeadas y cuchumbos, cositas ricas. Tiempo de compartir y dar plenamente.

La última se me hace difícil en ciertos sentidos.

En mi defensa, nunca he sido buena en compartir recetas—tal vez lo aprendí de mi mamá—aunque no debería de asignarle la responsabilidad, la verdad—pero es que siempre he sido algo celosa con las recetas, me pueden culpar—bueno, en fin, hace unos cuantos años, la posibilidad de compartir esta receta era inexistente.

Me imaginaba una situación imposible, inventada, que no se asemeja a la realidad en lo más mínimo. Me imaginaba partir con una receta amada, una receta secreta que llevaba años perfeccionando, tal vez incluso generaciones, cada detalle, cada ingrediente pasando la prueba de los años, las partes no-tan-ricas reemplazadas por formulas comprobadas y aprobadas por miles de bocas impacientes y quisquillosas, hasta que la receta se convertía en ley.

Y después de todo el esfuerzo, me imaginaba la receta viajando a otra casa, donde tal vez no la conocían como la habíamos llegado a conocer nosotros, y me imaginaba que, por esta u otra razón, un detalle se descuidaba—se obviaba—se olvidaba—se cambiaba a propósito, se imaginan—y el resultado no era el mismo.

Y lo peor, lo que me quitaba el sueño, la gota fría, nerviosismo, etc., lo que más me agobiaba: es receta de Anama.

¡El horror!

Pero bueno, ya hay que dejar las historias largas (e inventadas). Cambiemos el chip. Hay que compartir y dar plenamente, tan siquiera en Navidad.

Entonces hoy agreguemos otra receta al portafolio de la anfitriona. Aunque Anfitrionomia no es un blog de recetas, si creo que la comida es un elemento indispensable. Considera la sección gastronómica como una herramienta más para ayudarte a ser la mejor anfitriona.

Y esta receta es fácil (aunque requiere tiempo y atención minuciosa al detalle), y es un pedacito de mi Navidad. Y se las quiero compartir, como regalito navideño.

Dos Detalles Importantes:

• Es INDISPENSABLE y ESENCIAL el tiempo. La masa tiene que enfriarse por dos horas, en el refrigerador, antes de empezar a formar las pelotitas. Así, y solo así, quedan perfectas.
• El otro detalle es que las pelotitas se envuelven en azúcar dos veces. Primero, cuando están recién horneaditas, calentitas, y una vez más cuando se hayan enfriado.

Y ahora, sin más ademan, mis galletas navideñas de nuez pecana.

Galletas de Nuez Pecana

Necesitarás…

• 2 tazas harina (tamizada antes de medir, para que no vayan bultos escondidos)
• ½ cucharadita sal
• 2 barras de mantequilla, suave
• ¼ taza miel
• 2 cucharaditas vainilla
• 1 taza de nueces pecanas (3 ¾ onzas), picadas en pedacitos
• 1 taza azúcar pulverizada

Instrucciones

• En un tazón, tamiza la sal y la harina juntas.
• En otro tazón, bati la mantequilla, la miel y la vainilla con una batidora eléctrica hasta que esté cremosa.
• Agrega la mezcla de harina y sal ya cernida a baja velocidad y poco a poco hasta que se mezclen, luego agrega las pecanas.
• Forma la masa en un disco y deja enfriar, envuelta en una envoltura de plástico, hasta que esté firme, aproximadamente dos horas en el refrigerador. (¡NO MENOS! Muy importante)
• Precalienta el horno a 300° F. Enrolla pelotitas de 1 ½ pulgadas de masa (ver foto, podés usar una cuchara para que todas queden del mismo tamaño).

• Organiza las galletas a una pulgada de distancia en bandejas para hornear engrasadas.
• Hornea las galletas en tandas en medio del horno hasta que estén doradas, de 30 a 35 minutos.
• Luego enrolla en el azúcar mientras aún estén calientes (pero no te quemes).
• Transfiere a una rejilla y deje enfriar. Luego vuelve a enrollar en azúcar.
• Disfrutar. Mucho.

 

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