Esta semana les voy a narrar la búsqueda de la galleta de chocolate chip perfecta. Es una odisea que abarca más de una semana, una dedicación de vida, una tarea infinita. En la búsqueda de la receta perfecta, encontré muchas que aproximaban esa perfección soñada, pero nunca la alcanzaban. Hasta hoy. Sigue leyendo…

 La Galleta Perfecta

Soy catadora de postres, obsesiva con los detalles dulces, amante de una buena galleta. En otras ocasiones, les he compartido recetas especiales, específicas, únicas, exóticas; hoy el caso es diferente. Hoy vamos a catar chocolate chips. 

No sé dónde comenzar mi narrativa.
Me duele contarles las frustraciones de una vida entera; llenaría esta y mil otras páginas digitales. Serían quejas de galletas crujientes, toscas, galletas que se rehúsan dejar amar, galletas que se hacen las difíciles. Serían quejas de galletas en dieta constante, galletas flacas y planas, galletas pan sin sal—y sin azúcar, o tal vez con mucha azúcar, empalagosas y excedidas.
Da escalofríos tan siquiera imaginarlo. Olvídense de ese mundo, donde la masa horneada no se infla como los globos en una piñata, donde la galleta no se derrite en colores dorados, y el chocolate no mancha los dedos de tus sobrinos favoritos: no.
Mi galleta chocolate chip perfecta: suave en el medio, con sabor a mantequilla, sin empalagar: la cantidad justa de chocolates.
Fueron diez recetas las que caté—tampoco iba a inventar el agua caliente, la receta tenía que existir—y diez recetas las que rechacé.
Y quiero que imaginen aquel momento de victoria, como si un rayo de sol iluminara tan solo un plato con tan solo una galleta de chispas de chocolate, y una música triunfante llenara el espacio, y yo me le acercara, lentamente, temiendo otra derrota—pero aún optimista—y de repente se acercaba alguien más a quitarme la última galleta—no, ¡no! No lo permitiría: me apresuraba y la alcanzaba y después de un segundo de tensión, un segundo que pareció un milenio, mi búsqueda concluyó: había encontrado la galleta perfecta.

(No fue así, pero que bonito pensar que todo es como una odisea griega.)
Y sin más ademan, les comparto: la galleta de chispas de chocolate perfecta.

 Necesitarás:

2/3 taza azúcar morena, empacada

2/3 taza azúcar granulada

½ taza mantequilla (sin sal), a temperatura ambiente

½ taza manteca vegetal (¡Sugiero Crisco Gringa!)

¾ cucharadita sal (o ½ cucharadita si tu mantequilla es con sal)

2 cucharaditas extracto de vainilla

¼ cucharadita extracto de almendra

1 cucharadita bicarbonato de soda

1 huevo grande

2 tazas de harina

2 tazas chocolate chips semi-dulce

Instrucciones

Precalienta el horno a 375°F. Ligeramente, engrasa (o puedes usar papel) dos bandejas para hornear.
En un tazón grande, combina las azucares, mantequilla, manteca, sal, extractos de vainilla y almendra y la soda, batiendo hasta que tenga una contextura suave y cremosa. Agrégale el huevo, batiendo hasta alcanzar la misma contextura cremosa. Con una espátula, raspa los materiales en las orillas del tazón para asegurarte que todos los materiales estén bien combinados. Agrega la harina, y por último las chispas de chocolate.
Con una cuchara, moldea pelotitas de masa para colocar sobre las bandejas, dejando unas dos pulgadas entre cada una, puesto que crecerán una vez en el horno. Hornea las galletas por 11-12 minutos, hasta que los bordes tengan un color café y la masa de en medio un cafecito dorado, casi rubio. Al quitarlas del horno, espera unos cuantos minutos para que no se quiebren.

 Importante: la mantequilla no es lo mismo que la margarina.

Importante: no te olvides de tus pobres galletas; más tiempo de la cuenta y se parecen a esas galletas de antes…ni quiera Dios.

Importante: La receta original incluye vinagre, pero la version mía no.

 Y allí lo tienen. Espero que ustedes también encuentren su galleta perfecta.

Receta de King Arthur.

 

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