En la era precolombina y pre-internet, antes que existieran los blogs de cocina y las redes sociales con sus recetas y fotografías de galletas y galettes, antes de todo este desarrollo tecnológico, cualquier pastelero, chef y amante de la cocina te lo hubiese dicho: el secreto está en la masa. Y el secreto se guarda, bajo llave y código, en una caja fuerte escondida, donde nadie nadie nunca lo pueda encontrar.
(Llevame a la receta mejor, no quiero leer el preámbulo).
Ahora, es muy fácil—o tal vez difícil—encontrar mil y una recetas para esto y lo otro. Y todas prometen ser deliciosas y perfectas, pero la realidad rara vez se asemeja a tales promesas estrafalarias. Algunas masas resultan duras, otras muy grumosas, desmenuzándose con solo la mirada, otras muy dulces, o no lo suficiente, y entre tanto mejunje de opciones, tal vez te desesperas y escoges la que promete el mayor grado de sencillez.
Bueno, he decidido obviar el impulso de la caja fuerte, y hoy les quiero compartir una receta de galletas, o pastelitos, hostias, obleas, como quieran llamarles; la palabra en francés es galette. Es una receta deliciosa, ni muy fácil ni muy difícil, para quien ame la cocina y comience su aventura con las harinas y las azucares (morenas, refinadas, como sea, ¡aceptamos a todas!). Y el resultado no debe de ser perfecto. No más agonizar el proceso de desmoldar un pie, ni la tartaleta necesitada y “high-maintenance”: aquí se vale cualquier forma y estilo.
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Pero el secreto está en la masa. Y esta masa es perfecta.
Vale mencionar que es un postre muy dulce (pero ¿qué sería de la vida si nos limitáramos los momentos dulces?), y tal vez el helado de vainilla pueda empalagar para tu gusto (¡receta pronto!). En este caso, recomiendo que le quites dos cucharadas de azúcar a la receta.
Lo más importante es la manipulación de la masa, que no se apegue a la superficie donde estas amasando, que no se enfríe ni recaliente más de la cuenta, entonces mantené estos tres tips presentes:
- Usa harina para amasar. Cubrí la superficie con harina—ni mucho ni muy poquito—y que sea la misma harina que usaste en la receta.
- Trabaja con masa fría, ¡pero! No dejes la masa enfríar por más de media hora. Es decir, a medida que se acerque la media hora, empiezas a sacar pedacitos de masa, haciendo cada pelotita individualmente, evitando que se recaliente la masa, evitando manipularla mucho con las manos.
- Recuerda que no hay que preocuparse por el circulo perfecto. Mejor no trabajar cada pelotita demasiado.
Y ahora, sin más preámbulos, les presento las obleas de arándano, o blueberry galettes.
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Blueberry Galettes
Necesitarás…
Para la masa
- 2 ¼ tazas harina (todo uso), más un poquito para amasar
- 2 cditas. azúcar
- ½ cdita. Sal
- ½ taza (1 barra) mantequilla sin sal (fría, cortada en cubitos)
- 7 cdas. de manteca (fría, cortada en cubitos)
- 4-5 cdas. agua muy helada, con hielo (solo usarás el agua)
*Los últimos tres ingredientes deben de estar MUY fríos.
Para el relleno
- 2 tazas arandanos frescos o congelados (yo uso la bolsa grande de moritas variadas que venden en la sección refrigerada de Pricesmart).
- ⅓ taza azúcar
- 1 ½ cda. maicena
- 1 cda. jugo de limón fresco
- ½ cdita. ralladura de limón
- ¼ cdita. canela molida
- ¼ cdita. sal kosher
- 1 huevo grande (ligeramente batido)
- ½ cdita. turbinado o azúcar
- Helado de vainilla hecho en casa
Instrucciones
Para la masa
- En el tazón de un procesador de alimentos, mezcla la harina, el azúcar y la sal.
- Agrega mantequilla fría y manteca, luego pulsa hasta que se formen piezas pequeñas del tamaño de un guisante.
- Agrega cuatro (4) cucharadas de agua helada, luego pulsa, agregando la última cucharada según sea necesario, hasta que la masa comience a unirse.
- Vierte la masa sobre una lámina de plástico y enrolla en un disco plano.
- Enfría por treinta (30) minutos.
- Si dejas la masa en el refrigerador por más tiempo, es posible que deba permanecer a temperatura ambiente por un tiempo hasta que sea más fácil de extender.
Para el relleno
- En un tazón grande, combina los arándanos, el azúcar, la maicena, el jugo de limón, la ralladura, la canela y la sal.
- Revuelve suavemente para combinar, teniendo cuidado de no reventar los arándanos. Dejar de lado.
Para formar galettes
- Retira la masa del refrigerador y usa un raspador de hojaldre o un cuchillo para cortar en seis (6) partes iguales (un corte horizontal y luego dos verticales).
- Extiende una porción de masa sobre una superficie ligeramente enharinada hasta que tenga aproximadamente 7” de diámetro. Repite con las porciones restantes de masa.
- Forra una bandeja para hornear con borde con papel de pergamino (parchment), luego transfiérala sobre la masa enrollada. Está bien si las piezas se traslapan.
- Coloca aproximadamente ¼ de taza de relleno en el centro de cada ronda de masa, sin tocar el exterior de 1 pulgada.
- Dobla suavemente los bordes de la masa sobre el relleno, superponiendo los bordes a medida que avanzas.
- Repite hasta que se formen todas las galettes. Cepilla el huevo sobre la masa, luego espolvorear cada uno con azúcar turbinado.
(¡No se usan moldes!) - Hornea a 425° F. por 16-18 minutos, o hasta que el relleno esté burbujeante y la masa tenga un color café dorado profundo.
- Dejar enfriar durante cinco (5) minutos, luego servir caliente con una tacita de café y una bola de helado de vainilla.
Y allí lo tienes. ¡Feliz postrecito!
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