(Gracias, pero no. Quiero ver la receta.)
Es la semana en que nos compramos regalitos—chocolates encorazonados y tarjetitas con palabras dulces—la semana de cenas románticas y candelitas y pétalos de rosas y amor y más amor. Todas las semanas deberían de ser así.
Tal vez no seas “fan” del Día de San Valentín. Los restaurantes llenos y el sinfín de chocolate: no es para cualquiera. A mi no me encanta salir a cenar, ¡pero claro que me encanta la oportunidad de celebrar el amor! Siempre digo que conquisté a Mike por el estomago. Entonces esta semana le voy a hacer galletitas de corazones.
Pero las galletas no solo sirven para enamorar a Mike. También las hice en Navidad, en forma de circulo, y también las hago para mis amiguitas que tanto quiero, y también las hago para mi familia bella cuando vienen a visitar, o a tomar té por la tarde. El punto es que son para cualquier ocasión y para cualquier persona, seas fan del Día de San Valentín o no.
Si es importante resaltar que la receta no es rápida, ni súper fácil. Si requiere un poquito de tiempo y esfuerzo. Tendrás que enfriar la masa por cuarenta minutos, y cortar las galletitas y juntarlas correctamente también tarda tiempo. No empeces la receta tres horas antes que vengan tus amigas.
También reitero que necesitarás mermelada de frambuesa, no jalea, sin semillas, para poder cubrir las galletas y asegurar la mejor textura. Como siempre, las galletas son a base de mantequilla (está bien que no disfrutes el día del amor, pero lo que no se acepta es que no disfrutes—perdón, que no ames la mantequilla).
Trata de no manipular tanto la masa: entre menos la tocas, más ricas quedan las galletitas. También, te recomiendo que estes pendiente del tiempo de cocinar, para que queden doraditas, pero no tan quemadas. Creo que esos son los detalles más importantes para tener en mente.
Y también, además de las galletas, quisiera compartir un mensaje breve en defensa de la celebración. Me gusta la idea de una fecha especial, reservada para dedicarnos a querernos. Son muchos los días que amanecemos tarde, corriendo para llegar al trabajo, nunca con suficiente café, estresadas, y preocupadas por los quehaceres profesionales y personales. Así nos pasa el lunes y el martes y cuando llega el viernes estamos cansadas. Hibernamos. En febrero, particularmente en esta semana de San Valentín, se nos entrega una oportunidad para poner todas esas cosas en pausa, por un momento, y enfocarnos en vez en apreciar los detallitos. En disfrutar de la compañía de un ser querido, y solo darnos cuenta de la suerte que tenemos de ser amado y amar devuelta. Y eso tal vez no hay que olvidarlo.
Y con ese mensajito les dejo la receta de galletitas de amor.
Las Galletitas de Amor
Tiempo: 3-4 horas
Necesitarás:
- 2 tazas (10 onzas/315 gramos) de harina común
- ½ cucharadita de sal
- 1 taza (8 oz/250 g) de mantequilla sin sal, temperatura ambiente
- ¾ taza (3 oz/90 g) de azúcar en polvo (y un poquito más para espolvorear)
- 1 ½ cucharadita extracto de vainilla (esencia)
- ½ cucharadita extracto de almendra (esencia)
- 6 cucharadas de mermelada de frambuesa sin semillas (no jalea)
- Dos tazones (pequeño y mediano)
- Papel pergamino
- Dos bandejas de hornear
- Papel film (plástico)
- Rodillo
Instrucciones
Primero, en un tazón pequeño, tamiza la harina y la sal. Dejar a un lado.
En un tazón grande…
- A mano: combina la mantequilla y la azúcar en polvo con una cuchara de madera hasta que la mezcla se mire uniforme. Agregar los extractos de vainilla y almendra, mezclando nuevamente hasta lograr que estén bien combinados. Agregar ingredientes secos (la harina y la sal) hasta que tengas un conjunto de masas grandes.
- Con mezcladora: combinar mantequilla y azúcar en polvo, mezclando a velocidad media hasta que la mezcla se mire uniforme. Agregar extractos de vainilla y almendra y mezclar a velocidad lenta hasta lograr que estén bien combinados. Agregar ingredientes secos y mezclar hasta que tengas un conjunto de masas grandes.
Juntar la masa en una pelota y dividir por la mitad. Cada mitad se convierte en su propia bola, que se aplana en un disco de cinco pulgadas (13 centímetros) de diámetro. Envolver en plástico y refrigerar por 40 minutos.
Posicionar un estante en medio del horno, y precalentar a 325° F (165° C). Forrar dos bandejas de horno (sin orillas) con papel pergamino.
Sacar un disco del refrigerador. Ligeramente harinear una superficie y un rodillo para trabajar. Con el rodillo, aplanar la masa hasta alcanzar ¼ pulgada (6 mm) de grosor. Con una espátula de metal, levantar la masa de la superficie de trabajo. Usar un cortador de galletas (cookie-cutter) de corazón (2 ½ pulgadas o 6 centímetros), cortar galletitas. Usar un cortador de galletas más pequeño (1 pulgada o 2.5 centímetros) cortar el centro de la mitad de las galletas.
Coloca los corazones grandes a distancias de 1 ½ pulgadas (4 centímetros) en una de las bandejas de horno. Coloca los corazones pequeños a distancias de una pulgada (2.5 centímetros) en la otra bandeja de hornear. Repeti el proceso con el segundo disco de masa. Puedes juntar los restantes del proceso y repetir, o guardar los corazoncitos como galletas adicionales.
HORNEAR
Hornea las galletas, una bandeja a la vez, hasta que los bordes tengan un color ligeramente cafecito, alrededor de 12 a 15 minutos. Deja que las galletas se enfríen sobre la bandeja por 5 minutos, luego transferir para terminar de enfriar.
LA JALEA
Dejar un borde de aproximadamente ¼ de pulgada (6 mm) sin cubrir. Usar una cucharadita de jalea de frambuesa y cubrir la galleta que no cortaste con el molde de corazón.
En las galletas que si cortaste con el molde de corazón, usa un tamiz de malla fina para espolvorear con azúcar en polvo. Coloca las galletas cortadas sobre las galletas con jalea. Los corazoncitos pequeños también se pueden espolvorear con azúcar.
Se pueden guardar en un contenedor hermético a temperatura ambiente por hasta cuatro días.
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